Pleno verano y la ensalada viviendo su apogeo, junto a los mariscos, la parrilla, y todo producto fresco que aporte un refrescante sabor a estos largos y calurosos días. Y aunque no me gusta asociar el aceite de oliva sólo a las gotas finales para aliñar un plato, hay que reconocer que este es el momento del año donde la botella de extra virgen se hace indispensable.
Así es que si están haciendo maletas para la playa, campo, cordillera o dónde sea, no se olviden del traje de baño, bloqueador, y por supuesto, de la botella de su aceite de oliva favorito. Una o dos, porque no se darán ni cuenta cómo baja entre picoteo, ceviche, y cuanta excusa uno inventa para acompañar el vinito o la cerveza en vacaciones.
¿Por qué llevarlo y no comprar allá? Lamentablemente y aunque parezca extraño, es complicado encontrar mucha variedad de aceites de oliva en regiones. Incluso las grandes cadenas tienen una selección limitada, para qué decir los almacenes o supermercados locales. Y lo más importante, nada asegura que las botellas que encuentren por esos lados correspondan a la cosecha 2018, que es lo mínimo que podemos pedir como consumidores a estas alturas del año.
Lo digo porque me ha pasado tener que pagar un ojo de la cara por una botella de marca masiva, embotellado hace año y medio, y no es nada placentero… Llevando sus botellas se aseguran de tener el aceite que les gusta, en las mejores condiciones de conservación, y con todas sus características positivas.
Yo lo hago incluso cuando viajo fuera de Chile, a algún resort en el Caribe o Brasil, por ejemplo, donde va a ser casi imposible que encuentren un aceite decente en los destinos turísticos, y créanme que les cambiará la forma de disfrutar de las vacaciones. Se envuelven bien en papel plástico, a la maleta y listo. En ninguna parte me han puesto problemas para entrar con botellas.
Un super recomendado para esta temporada es Zeitun, un extra virgen de la precordillera de Rengo, que lleva sus años ya en el mercado, pero ha logrado mantener ese carácter boutique que lo ha hecho ganarse una fama ya entre los conocedores de extra virgen.
Zeitun es un blend, o sea, una mezcla de diferentes variedades, las españolas Arbequina y Picual, y las italianas, Frantoio y Leccino. Con esto se logra un aceite bastante complejo, pero bien balanceado, lo que permite jugar con muchísimas preparaciones, sin que su presencia moleste o interfiera en los sabores propios de la comida. Algo que se agradece en este caso en que tendrán sólo un aceite, y no diferentes opciones como les he recomendado tener en la casa.
Hierba, pasto recién cortado, alcachofa, algo de tomate, plátano verde e incluso una nota a romero, se mezclan para ofrecer una nariz verde, muy fresca, con un picor y amargo muy interesante. No es muy intenso, lo que permite usarlo para aliñar ensaladas o en pescados, pero tiene suficiente carácter para hacerse notar y darle vida cualquier otro plato de sabores más fuertes. Desde lo dulce a lo salado, la palabra que mejor lo define es la versatilidad, y por eso, un tremendo compañero para estas vacaciones.
Zeitun ofrece diferentes presentaciones en una atractiva botella de vidrio, con opciones desde 250 ml a 2,25 litros, y también bidón de 5 litros. Lo importante es elegir lo que se vaya a usar, que no falte, pero que tampoco sobre. Y, sobre todo, no dejar en la playa aceite abierto para las vacaciones de invierno o el próximo año, porque va a estar rancio sí o sí. Demasiadas personas me han contado en los talleres que hacen eso, así es que por favor eliminemos esa mala práctica.
Pueden encontrarlo en tiendas especializadas o directamente en su sitio web (www.zeitun.cl), con despacho sin costo sobre $20.000. Como referencia, la botella de 500 ml tiene un valor de $5.500.
A disfrutar entonces del verano y sus sabores con el toque extra virgen que le dará más frescura a las vacaciones. Recuerden, que no falte en la maleta y… ¡feliz comienzo de 2019!
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